martes, 12 de mayo de 2009

El nacimiento de Sleipnir

Sleipnir es el maravilloso corcel de Odín, un caballo de ocho patas capaz de correr a una velocidad vertiginosa. Snorri Stúrluson narra la historia de su origen en la Edda Menor.

Cuando los dioses terminaron de levantar el Valhalla y los demás palacios de Asgard, llegó a su mundo un maestro artesano que les ofreció construir en torno a él un muro inexpugnable que los gigantes nunca podrían franquear. Sin embargo, el precio era muy alto: como pago el artesano pedía el Sol, la Luna y a Freyja como esposa.

Se reunieron en consejo los Ases para tomar una decisión. A casi todos les parecía necesaria una muralla que protegiese su mundo, pero no a cambio de sumir al universo en tinieblas y enviar a la diosa de la fertilidad lejos de Asgard, y además en contra de su voluntad. Solo Loki, el señor del caos y del engaño, estaba a favor, y uno a uno fue convenciendo a los demás. Les dijo que bastaba con ponerle al artesano un plazo demasiado corto como para que pudiese cumplir con él. De esta manera no obtendrían la muralla terminada, pero tendrían ya gran parte del trabajo adelantado, y podrían quedarse con el Sol, la Luna y Freyja.

Buscaron al artesano y le dijeron que para cerrar el trato debía comprometerse a terminar la muralla antes del final del invierno y sin ayuda de nadie. Este pidió que le dejasen utilizar a su caballo Svadilfari, a lo cual los dioses accedieron, a instancias de un confiado Loki.

Comenzó la obra, y los dioses se sorprendieron con el tamaño de las rocas que tanto el caballo como su dueño eran capaces de mover y la velocidad con que lo hacían. Veían preocupados que muy posiblemente las murallas estarían terminadas antes de la finalización del plazo, y que ellos no podían hacer nada para romper el trato, pues habían jurado en firme cumplirlo y frente a testigos.

Cuando faltaban apenas tres días para que acabase el invierno, la muralla se alzaba alta y fuerte, sólo le quedaba al maestro construir la entrada. Los dioses se reunieron de nuevo, sabiendo ya que las horas de luz de las que disfrutaban estaban contadas, que nunca más verían a Freyja pasear por los jardines de Asgard. Solo quedaba lamentarse, y preguntarse con amargura cómo podía haber sucedido. ¿Cómo habían llegado a aquella situación? Y a medida que rememoraban aquella primera reunión en la cual habían debatido la oferta del artesano, cada vez más miradas se dirigían hacia Loki, el Maestro de las Mentiras, que había envenenado el aire con sus palabras convenciéndolos sutilmente de que debían aceptar.

Los dioses amenazaron agriamente a Loki con terribles castigos si no encontraba una solución al embrollo que había creado. Este juró hallar una manera de que el artesano no cumpliese su parte del trato.

Durante la noche en la que terminaba el plazo, mientras el maestro transportaba con Svadilfari. las últimas piedras, una yegua salió del entre los árboles y se acercó al caballo, relinchando de forma insinuante, para después dar media vuelta y contonearse en dirección al bosque. El caballo rompió sus arreos y escapó corriendo detrás de la yegua, que no era sino Loki metamorfoseado, y tras ambos salió corriendo el artesano, viendo que con el caballo se iban sus posibilidades de conseguir el Sol, la Luna y la mano de Freyja. Corrió tras ellos toda la noche sin poder alcanzarlos.

A la mañana siguiente, los dioses lo encontraron completamente furioso. Ante sus ojos comenzó a aumentar de tamaño, y entonces comprendieron que no se trataba de un hombre normal, sino de un gigante de las montañas, que había intentado engañarlos allí en su propia casa. Como ningún juramento podía atarlos a un gigante, el trato ya no tenía valor, así que Thor se sintió libre para empuñar su martillo Mjolnir y enviar al gigante al otro mundo de un martillazo.

Un tiempo después, la yegua en la que se había convertido Loki parió un potro, hijo de Svadilfari, de color gris y dotado de ocho patas, el caballo más veloz que jamás haya pisado la tierra, y que fue reclamado por Odín como caballo propio.

martes, 14 de abril de 2009

Freyja, la diosa de la fertilidad



Freyja (o Freya) es, en la mitología nórdica, la diosa de a fertilidad, el amor y el sexo. A diferencia de la mayor parte de las deidades de Asgard no pertenece al linaje de los Ases, sino al de los Vanes. Llegó desde el lejano Vanaheim junto a su padre Niord y su hermano Freyr, dentro de un intercambio que cerró la guerra entre las dos familias de dioses.

En las tierras de Asgard que corresponden a Freyja, Folkvang, se levanta su palacio Sessrúmnir, tan inexpugnable que sólo se puede entrar en él con permiso de la diosa, y al cual van a parar tras su muerte parte de los guerreros caídos en combate (la diosa tiene derecho a la mitad, según se explica en las Eddas) y las doncellas, probablemente las que se autoinmolaban (real o simbólicamente) tras la muerte de sus amados. En Sessrúmnir se reúnen los amantes separados por la muerte.

Cuando abandona su imponente palacio, Freyja lo hace a bordo de un carro tirado por gatos o montada sobre su jabalí dorado Hildisvín. Dispone también de un manto de plumas que al ponérselo la transforma en águila, permitiéndole desplazarse por el cielo con más rapidez que cualquier otro dios.

Freyja viaja a menudo. Ha estado en casi todos los países del mundo, buscando a su marido Od, quien desapareció durante un viaje para no regresar jamás, y al cual llora amargamente con lágrimas que antes de tocar el suelo se convierten en oro. Por ello, los poetas escaldos llaman al metal dorado “las lágrimas de Freyja”.

En cada lugar Freyja que visitó, sus habitantes le dieron un nombre nuevo, por lo cual puede ser nombrada de muchas formas distintas: es Hörn (Lino), Gefn (La Generosa), Sýr (La del Cerdo), Mardöl (Resplandeciente en el Mar), Thrungva (La de los Brotes) y también Vanadís (Señora de los Vanes). “Freyja” significa “señora”, y los nombres de sus hijas, Hnoss y Gersimi, “tesoro”.

Freyja posee un resplandeciente collar, el Brisingamén, que simboliza el ciclo de la vida, fabricado por cuatro enanos herreros: los Brisingos. La diosa los encontró cuando estaban forjando el collar, y le gustó tanto que les ofreció a cambio oro, plata y otros tesoros. Pero los enanos respondieron que no querían riquezas, sino a ella: le darían el Brisingamén si se acostaba una noche con cada uno de ellos, algo a lo que la diosa accedió.

Debido a su hermosura, Freyja es deseada por enanos, gigantes, dioses y humanos, y dicen que ni siquiera el propio Odín está libre de su influjo. Aunque la Resplandeciente es generosa ofreciendo sus encantos, elige a sus amantes con total libertad, por lo que ningún dios puede obligarla a tomar como compañero a alguien que ella no quiere.

Además de ser la diosa del amor y la fertilidad, Freyja lo es también de la magia seid, aquella relacionada con el otro mundo, la que permite despertar a los muertos para obtener conocimiento oculto o averiguar el porvenir. En el arte de su práctica fue maestra de Odín.

Snorri Stúrluson dice que de todas las deidades de Asgard, Freyja es la más dispuesta a escuchar las oraciones de los humanos, explica que le agradan las canciones de amor y nos recomienda invocarla para cuestiones sentimentales. Al parecer, durante la época vikinga su culto se concentraba sobre todo en la región en torno al fiordo de Oslo y en el sur y el este de Suecia.

jueves, 9 de abril de 2009

Les dejo un resumen de lo que es la mitologia Azteca para los que les interesa.


Mitologia Azteca

- Intro.

"Dice la leyenda que Huitzilopochtli sacrificó a su sobrino y arrojó su corazón al Lago Texcoco. El corazón se asentó sobre una isleta rocosa donde posteriormente sería construida Tenochtitlán". Los aztecas originalmente eran una de las tribus nahuas, y cuando llegaron al valle de México, traían sus propios dioses. El mas importante era Huitzilopochtli, cuyo nombre, en traducción llana, significa, "el colibri izquierdo"; sin embargo, según Laurette Séjourné en el lenguaje esotérico náhuatl se puede traducir como "El alma del guerrero que viene del paraíso". Al llegar al valle de México, o valle del Anahuac, los aztecas trataron de incorporar la cultura y los dioses de las civilizaciones mas avanzadas que ya estaban establecidas y la de civilizaciones más antiguas como la Tolteca; así incluyeron a Tlaloc, Tezcatlipoca y a Quetzalcoatl. Sin embargo, algunos jefes aztecas como Tlacaelel modificaron la historia para poner a su dios tribal, Huitzilopochtli, al mismo nivel que los demás dioses nahuas. Conforme los aztecas comenzaron a conquistar a otros pueblos, fueron aceptando nuevos dioses y enlazando sus historias con las de los dioses que ya tenían. Estudiosos como Miguel León-Portilla sugieren que, en la época de la conquista, los aztecas estaban en un proceso de sincretización donde todos los dioses serían sólo expresiones de las potencias de una deidad principal, Ometeotl/Omecihuatl (algunos nombran a Tonacatecuhtli y su mujer Tonacacihuatl). Ésta es una antigua pareja de dioses; sus nombres literalmente siginifican "Señor dos, Señora dos", pero usualmente se traduce como "nuestro señor/señora de la dualidad", es decir, un dios con características femeninas y masculinas. Este dios es mucho más antiguo que la civilización nahua, y según algunas leyendas es el origen de todos los dioses. El pueblo difícilmente lo conocía, pero entre las clases superiores se le rendía una especie de culto. Otros nombres que recibía era, "El inventor de sí mismo", "El señor del cerca y junto" y Tonacatecuhtli (El señor de nuestra carne). Los aztecas sacrificaban jóvenes doncellas a los dioses en lo alto de sus pirámides, que dicen que también podrían estar relacionadas con la astrología, para aplacar su ira y obtener su favor. Estos dos dioses tuvieron dos hijos, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. El primero, la serpiente emplumada, es el dios del agua y de la vida, en cambio el segundo es el dios de las cosas nefastas y de los conflictos. Entre los dos crearon el cielo y la tierra. Luego hay gran cantidad de dioses secundarios, como Tlaloc, dios de la lluvia y el rayo o Cineteotl dios del maíz. Xipe Totec es el dios de la fertilidad, y durante las fiestas en su honor, los hombres se vestían con pieles de humanos desollados, como signo de regeneración. Xopilli era el patrón de los artistas, mientras que Macuilxochitl lo era de los juegos y Xochiquetzal del amor facil y de las cosas no aptas en horario infantil. Habían dos dioses del fuego, uno era Huehueteotl y el otro, también vinculado al tiempo y a los gobernantes, Xiuhtecuhtli. El dios estelar Tlahuizcalpantecuhtli, era la personificación de la guerra, y era representado por el planeta Venus. El dios de la Vía Láctea era Mixcoatl y el dios sol era Tonatiuh, también relacionado con la guerra. Por último, cabe destacar al dios del inframundo Mictlantecuhtli y su mujer Mictlancihuatl, que eran representados como esqueletos vestidos de papel.


- Cosmogonía.

La historia de la cosmogonía azteca está condensada en una piedra circular conocida como "calendario azteca". La leyenda de los cuatro soles y que culmina con la del quinto sol se refiere a las edades de la tierra. En lo que respecta al universo, se le componía de dos secciones: vertical y horizontal.- La región horizontal.La parte horizontal se componía se los cuatro puntos cardinales o cuatro vientos más una parte central (Calpulli) como eje. El oriente estaba dominado por Tláloc, por lo que sus dominios eran fértiles y había abundancia en todas las siembras. El occidente se hallaba bajo la protección de quetzalcóatl, donde residía la estrella de la tarde, Venus. El Sur estaba bajo el influjo de Macuilxóchitl y al mando de Xipe Totec. Mictlantecutli gobernaba el norte, región tenebrosa y domindada por el frío. El centro era dirigido por Huehuetéotl. El Calpulli era el punto de unión de la tierra y el cielo, de los cuatro rumbos del mundo: mundo superior, inferior, aguas celestes y los vientos. Así, el organismo humano está inserto en el cosmos y forma parte de los cinco elementos junto con el aire, la tierra, el fuego y el agua.- La región vertical.Esta región estaba dividida en paraísos e infiernos. La parte superior era la morada de los dioses, en orden descendente segun su categoría sumando 18 en total. una de estas secciones estaba dedicada a Tláloc, se subdividía en una parte oriental y otra occidental para designar el paso del sol desde su nacimiento hasta su paso temporal. Al paraíso oriental (Tlalocan) llegaban todos los muertos en batalla o en la piedra de los sacrificios, también los que morían ahogados o fulminados por un rayo. El paraíso occidental era destinado a las mujeres muerta por parto, convertidas en las parteras del sol en su diario nacimiento. Los demás muertos iban al Mictlán, pasando primero por una serie de pruebas como cruzar grandes montañas, evitar el ataque de una serpiente y el de un terrible cocodrilo; luego debían atravesar ocho desiertos y escalar ocho colinas sometidos a furiosos vientos que arrojaban cuchillos de obsidiana; pasadas las pruebas los muertos cruzan un ancho río sobre un perro rojo. Entonces Mictlantecutli disponía del muerto para enviarlo a una de las nueve regiones del Mictlán.


- Los sacrificios



Todo el orden cósmico y natural dependía de la fuerza de lós dioses para mantenerl, por lo que era necesario hacerles ofrendas con la función de contentarlos. La ofrenda más importante era la sangre, fluído vital, que los mantenía jóvenes y vigorosos. Las víctimas humanas eran colocadas sobre una piedra ceremonial y se les extraía el corazón con un cuchillo de obsidiana. Este era ofrecido a los dioses mientras el cuerpo rodaba por las escaleras del templo ante la impresionada multitud que asistía regocijada a la ceremonia. Los aztecas creían que el destino estaba trazado para cada uno pero que bajo ciertas circunstancias podía ser modificado. Para apaciguar a los dioses, sacerdotes y gente del pueblo horadaban sus orejas y lenguas con espinas de nopal, haciendo de su sangre una ofrenda.

- Dioses Aztecas.

Estaban los dioses supremos, más abstractos y una pléyade de divinidades menores cercanas al diario vivir con funciones específicas. Dentro del enorme cúmulo de dioses ninguno era más poderoso que otro pero había cuatro que compartían el cenit de todo el panteón: Huitzilopochtli, quetzalcóatl, Tezcatlipoca y Tláloc. Los dioses eran los siguientes: Acolmiztli, Acolnahuacatl, Acuecucyoticihuati, Amimitl, Atl, Atlacamani, Atlacoya, Atlaua, Atlatonin, Ayauhteotl, Camaxtli, Centeotl, Centzon Totochtin, Centzonuitznaua, Chalmecatl, Chalchiuhtlatonal, Chalchitlicue, Chalchiutotolin, Chalmecacihuilt, Chantico, Chicomecoatl, Chicomexochtli, Chiconahui, Chiconahuiehecatl, Cihuacoatl, Cipactli, Citlalatonac, Ehecatl, Citlalicue, Ciucoatl, Ciuteoteo, Civatateo, Coatlicue, Cochimetl, Coyolxauhqui, Ixtlilton, Huehueteotl, Huitzilopochtli, Huixtocihuatl, Ilamatecuhtli, Itzlacoliuhque, Itzli, Metztli, Itzpapalotl, Iztaccihuatl, Mayahuel,Macuilxochitl, Malinalxochi, Mictlantecuhtli, Mictlancihuatl, Mextli, Mictlan, Mixcóatl, Nagual, Nahual, Nanahuatzin, Omacatl, Omecihuatl, Ometecuhtli, Ometeotl, Opochtli, Patecatl, Paynal, Popocatepetl, Quetzalcóatl, Talocan, Téotl, Tlacultetl, Teoyaomqui, Tepeyollotl, Teteoinnan, Tezcatlipoca, Titlacauan, Tlalchitonatiuh, Tlacotzontli, Tecciztecatl, Tlahuixcalpantecuhtli, Tláloc (Deidad de la lluvia), Tonantzin, Tlaltecuhtli, Tlatlauhqui, Tlazolteotl, Tletonatiuh, Tlillan-Tlapallan, Tloquenahuaque, Tonacacíhuatl, Tonacatecuhtli, Tonatiuh, Tzitzimime, Ueuecoyotl, Xilonen, Xipe Totec, Xocotl, Xiuhcoatl, Xiuhtecuhtli, Xochipilli, Xochiquetzal, Yohualtecuhtli, Xolotl, Yacatecuhtli, Yayauhqui, Xochitónal.

Yggdrasil y los nueve mundos


El árbol cósmico Yggdrasil es, en cierta forma, el “armazón del mundo” para la mitología escandinava. Yggdrasil, alberga los nueve mundos en los que se divide el Universo. Cada uno de estos universos se caracterizan dependiendo de las características de sus habitantes.

Los Nueve Mundos están repartidos según niveles. Yo les voy presentar desde el nivel más alto hasta el nivel más bajo.

Los mundos del nivel más alto son:

-Asgard o Gotheim, el reino de los dioses Ases o Aesir. Allí encontramos Walhalla, la morada de Odin. Cada dios posee una morada diferente. Asgard está conectado con Midgard, el reino de los hombres mediante el puente arcoíris llamado Bifrost que está vigilado por el dios Heimdall.

-Vanaheim, el reino de los dioses Vanir.

-Ljösalfheim o Alfheim, la Tierra de los elfos de luz.


Al nivel central encontramos los siguientes mundos:

-Midgard o Mannheim, el mundo de los hombres.

-Jötunheim o Utgard, es el reino de los gigantes.

-Svartalfheim, es el reino de los enanos y de los elfos negros.

Y ya por último, y a nivel más bajo, encontramos los mundos de…
-Niflheim, el mundo del hielo y de las brumas.
-Muspellheim, el mundo del fuego.
-Helheim, el dominio de los muertos.

MITOS CELTAS Y DE LA GALIA

Para los primitivos celtas, el mito suplantaba a la historia misma. En ninguna otra sociedad se daba tan perfecta simbiosis entre la realidad y la irrealidad, la narración y la fábula, lo exotérico y lo esotérico. Ya el griego Estrabón, que nació poco antes de comenzar nuestra era, menciona a los celtas en su voluminosa obra geográfica, basándose en escritos de anteriores historiadores clásicos,y hace mención a la similitud de ritos y costumbres entre pueblos que, merced a las continuas migraciones de aquellos tiempos, hermanaban sus razas hasta llegar, incluso, a una posterior simbiosis. También cita algunas de sus peculiaridades, las cuales hacen a este pueblo primitivo más atractivo que otros muchos de aquella época.

Se sabe, por ejemplo, que los celtas adoraban las aguas de los diferentes manantiales y consideraban sagradas todas las fuentes. En torno a ellas tejieron variedad de leyendas, algunas de las cuales han pervivido hasta nuestros días. Había un dios de las aguas termales llamado Bormo, Borvo o Bormanus -conceptos que tienen el significado de "caliente", de aquí derivará Bourbon, o "luminoso" y "resplandeciente"-, al que se le reconocía también, en ocasiones, como el dios de la luz. Y su ancestral culto daría lugar a la conmemoración de las célebres fiestas irlandesas -las "Baltené"-, que se celebran el primero de mayo.
Muy a menudo, los héroes celtas se consideraban hijos del río Rin -pues de la margen derecha de este río provenía esa etnia celta que invadió la Galia, las Islas Británicas,España,parte de Alemania e Italia y el valle del Danubio-, ya que sentían la necesidad de ser purificados por el poder catártico del agua. No obstante, la deidad más peculiar de las aguas era Epona -asimilada del mundo griego-, que siempre iba montada a caballo, animal que el dios del mar, Posidón, había hecho surgir con su tridente, tal como quedaba recogido en la mitología clásica, por lo que también era considerada entre los celtas como una diosa ecuestre. Había también una especie de patrona de manantiales y fuentes a la que, los galos, denominaban Sirona.


Montañas

Es el galo, por tanto, un pueblo de costumbres ancestrales, que introduce en la historia, acaso sin proponérselo, el valor mágico del arte, puesto que hace ya más de quince mil años representaba en las paredes de ocultas cuevas una serie de estilizadas figuras que, en opinión de modernos investigadores de la prehistoria, estaban cargadas de simbolismo, y cuando menos -especialmente al representar el cuerpo de algunos animales, que les servían de alimento, atravesados con flechas o lanzas como una premonición mágica de su posterior captura-, pretendían acercar la realidad a su imagen hasta identificar ambas. Se trata, por tanto, de un pueblo que se caracteriza por introducir en sus legendarias epopeyas, transmitidas por lo común de forma oral, elementos mágicos y simbólicos que conformarán el mito de su ancestro,y de su idiosincrasia, como raza y como etnia únicas.

Y, así, los galos tenían una concepción animista de la naturaleza y de la materia -las cosas están llenas de dioses y de demonios, y tienen vida- y, por lo mismo, consideraban sagradas a las montañas y, de forma especial, a sus cumbres y picachos, en donde se llevaban a cabo rituales similares a los que se realizaban en el Rin al sumergir en sus aguas a los recién nacidos; si el niño sobrevivía pasaba a ser hijo legítimo puesto que tenía un protector, el río Rin, común a él y a su progenitor. Algunas cimas de montañas eran consideradas como morada de las deidades celtas y, en sus cumbres, se erigían templos en honor de los dioses que mejor protegieran estos lugares de silencio y recato. Eran consideradas como deidades la Montaña negra y algunas cumbres de los Pirineos. Por lo demás, el parecido con los lugares sagrados de la mitología clásica, tales como el Olimpo y el Parnaso, era evidente.

Bosques


Una etnia, como la celta, que llenaba las regiones en las que habitaba con infinidad de seres fantásticos, tales como hadas, gnomos, silfos, duendes y enanos, tenía que procurarse lugares idóneos para el acomodo de tamaña caterva. Y es así como surge la preocupación y el respeto por la vegetación, por la hierba, por los árboles; el bosque se erige, todo él, en santuario celta, y sus árboles -con las raíces buscando las profundidades de la tierra, y las ramas abriéndose hacia el horizonte amplio del espacio exterior-, simbolizan la relación constante entre lo que está abajo y lo que está arriba, entre lo inmanente y lo trascendente.

Siguiendo su criterio animista, los galos consideraban a sus bosques llenos de vida y, muy especialmente a ciertos árboles, de la familia de los quercus, que en ellos crecían. Entre éstos, acaso los más protegidos ritual y eficazmente, fueran las encinas, a las cuales se las tenía un respeto religioso y trascendental, cargado de veneración. Era un árbol bendito y, cuando ardía, tenía la virtud de curar enfermedades. Acaso la tradición, que aún pervive, de las hogueras de San Juan, tenga su origen en ciertos ritos celtas relacionados con la llama catártica de la encina al arder.

SIMBOLISMO VEGETAL

Aquellos que pasaran por el tronco hueco de los árboles del bosque, serian preservados de todas las enfermedades y todos los males. Y, en el caso del roble, se hacía tan patente su carácter totémico que se le consagraba al dios celta Dagda, el cual era una deidad creadora que encarnaba el principio masculino, mientras que el principio femenino sería detentado por el muérdago. Sólo los druidas -poderosos sacerdotes galos-, con sus podaderas de oro, y revestidos con túnicas blancas, en una ceremonia plena de pompa y boato, podían cortar y recoger el muérdago que crecía apegado a los robles. La ceremonia iba presidida de un ritual consistente en sacrificar toros blancos a los dioses, también la tela en la que se depositaba el muérdago podado debía ser de color blanco.

Había también otras plantas que se utilizaban para curar las enfermedades contraídas por algunos animales y, para recogerlas, se hacía necesario seguir un ritual consistente en utilizar sólo la mano izquierda, guardar ayuno y no mirar a la planta en el momento mismo de arrancarla. De lo contrario, no surtiría el efecto deseado.

El roble, por lo demás, aparecía entre los celtas cargado de simbolismo y, por lo mismo, representaba la buena acogida, la tutela y el apoyo.

SIMBOLISMO ANIMAL

También los animales eran objeto de culto y veneración entre los galos. Algunos grupos tribales llevaban el propio nombre de un determinado animal para, así, mostrarle la veneración y el culto debidos.

Por ejemplo, la tribu de los "Tauriscí" recibía ese nombre porque sus componentes estaban considerados como "los hombres y mujeres del Toro". Los "Deiotarus" pertenecían al grupo del Toro deífico. Los "Lugdunum" eran llamados así porque habitaban en la colina del cuervo. Los "Ruidiobus" aparecían asociados al jabalí y al ciervo. La tribu de los "Artogenos" era un pueblo ligado a la existencia de animales como el oso. Y hasta había una diosa que recibía el nombre de "Artío", y aparecía representada con la figura de una osa.

Lo cierto es que existen numerosas representaciones artísticas que muestran la importancia que, entre los celtas, adquiriría el totemismo animal. También abundar una especie de legislación no escrita, que es una consecuencia directa de esta consideración sagrada de los animales, por la cual los pobladores celtas se mostrarán escrupulosos a la hora de conseguir sus alimentos. Por ejemplo, entre los celtas no se consumía carne de caballo, puesto que éste era uno de los animales considerados sagrado, y exclusivamente destinados a menesteres bélicos.

Animales como la liebre, eran utilizados por los pobladores galos con fines relacionados con la predicción profética y la visión futura. También el pollo, el gallo y la gallina eran animales venerados por los galos, y su carne no podía comerse.

DEIDADES SANGUINARIAS

Lo curioso es que, al lado de tanto respeto por los animales, los galos practicaban sacrificios cruentos de seres humanos que ofrecían a unas deidades consideradas despiadadas. Entre estos dioses, cabe destacar a Esus, Teutatés y Tarann; el primero de ellos era un dios leñador, considerado como dueño y señor de campos y vidas. Era muy similar a un dios secundario del panteón clásico, especialmente del romano, que tenía los mismos atributos que la deidad gala, y que llevaba por nombre Herus.

El segundo de ellos estaba considerado como un dios relacionado con la población, con el pueblo, pues "Teutatés" guarda relación con una palabra celta que significa pueblo. No parece, por lo demás, que tenga mucho que ver con la existencia de una deidad sanguinaria que exige vidas humanas.

El último de los tres enumerados, Tarann -también llamado Taranis-, deriva su nombre de la palabra gala tarah, que significa "relámpago", y estaba considerado como el dios del fuego y de las tormentas. También aparecía, a veces, como una deidad relacionada con otros elementos esenciales distintos del fuego, tales como el agua, el aire y la tierra, sobre los que incidiría como una especie de principio activo.

También se le ha relacionado con el conocimiento y la intuición, por lo que no parece que sea un dios detentador de tamaña barbarie como era el sacrificio de vidas humanas.

EL CALDERO DE LA ABUNDANCIA

Y puesto que la mitología gala contiene más de cien deidades, la variedad está asegurada. Es decir, que al lado de los anteriores, considerados por los narradores de mitos como sanguinarios, existen otros de características radicalmente opuestas. Por ejemplo, en este sentido, cabe citar al benéfico y altruista, si es que se me permite la expresión, dios celta Dagda. Este era conocido por el atributo del caldero de la abundancia -entre los celtas, el caldero era uno de los objetos cargados de simbolismo mágico y mítico, pues en su fondo se guardaban las esencias del saber, de la inspiración y de la extraordinaria taumaturgia-, con el que alimentaba a todas las criaturas. Y,no sólo quedaban satisfechos de forma material, sino que también, quienes acudían al caldero próvido de Dagda, sentían saciadas sus apetencias de conocimiento y sabiduría.

Otra cualidad del dios Dagda era su relación directa con la música, y con su poder evocador. Uno de sus atributos, precisamente, era el arpa; instrumento que manejaba con maestra y arte, y que le servía para convocar a las estaciones del año. Arrancaba, también, tan suaves melodías a este instrumento que muchos mortales pasaban de este mundo al otro como en un sueño, y sin sentir dolor alguno, ni siquiera percatarse de ello.

El dios Dagda fue una especie de Orfeo céltico y, entre sus descendientes, cabe citar a Angus que cumpla entre los irlandeses las mismas funciones que el Cupido clásico. Angus era la deidad detentadora del afecto y del amor y, en vez de lanzar dardos o flechas, tiraba besos que no se perdían en el aire, sino que se convertían, después de haber cumplido, por así decirlo, su misión, en dóciles y delicadas avecillas que alegraban con su melodioso trinar la vida de los felices enamorados.

También tuvo Dagda una hija llamada Brigt que fue considerada por los celtas como la protectora de las artes declamatorias y líricas. Se la encomendó el patrocinio de la ciudad y, entre los galos, era quien guardaba el caldero del conocimiento, la sabiduría y la ciencia.

GIGANTES Y HEROES

Hubo otros dioses celtas que casi eran réplicas perfectas de las deidades clásicas. Tal es el caso del dios Mider,cuyas características son muy similares al Plutón de los clásicos,pues estaba considerado como el dios que gobernaba sobre los abismos subterráneos e infernales. Siempre se le representa con un arco, que sabe manejar con extrema habilidad, y que le sirve para seleccionar a sus posibles víctimas, las cuales escoge tanto entre los héroes como entre los mortales. En ocasiones se le ha comparado con una especie de Guillermo Tell, galo.

Cabe también citar a otras criaturas que poblaban la región de los celtas y que guardan, también cierto paralelismo con otras similares en el mundo griego y romano. Se trata de seres de talla descomunal, y tamaño desproporcionado; de gigantes que, como el irlandés de nombre Balor, apenas podía mover sus párpados -se dice que tenían que sujetárselos con un horcón para que se mantuvieran levantados- y, sin embargo, era capaz de infligir a sus desgraciadas víctimas un daño irreparable, para el que no había lenitivo ni remedio alguno. Se trata del incurable mal de ojo. En la mitología clásica existen personajes parecidos entre la raza de los cíclopes, que tenían un solo ojo, de grandes proporciones, en medio de su despejada frente.

Otros héroes celtas legendarios, cuya prestancia difiere radicalmente de la del gigante Balor, son el rey Fionn y el héroe Bran. Del primero se dice que tenía tanto poder, que cuando se encolerizaba era capaz de cubrir de nieve toda Irlanda durante un largo espacio de tiempo.

Del segundo, se conoce una de sus más célebres empresas, la cual no es otra que la contenida en aquella legendaria narración, en la que se describe cómo el héroe mítico Bran, para librar batalla con sus enemigos, fue capaz de atravesar andando el mar de Irlanda.

También cabe mencionar la leyenda del más conocido de los reyes legendarios celtas, cuyas aventuras han quedado recogidas en escritos galos e irlandeses y, a quien se le presenta, ora como un dios, ora como un héroe inmortal y, en ocasiones, como un simple mortal que lucha contra el invasor anglosajón. El ciclo medieval del Rey Arturo narra las hazañas de este personaje mítico que, por lo demás, ayudado en su lucha por deidades detentadoras de poderes maléficos y benéficos, a un tiempo. La importancia que se le atribuye al episodio de la búsqueda del Santo Grial, basado en una creencia medieval cristianizada, y la serie de personajes -como los Caballeros de la Tabla Redonda,Perceval y Lancelot, etc- y avatares que se suceden para descubrirlo, tiene ya un precedente en la más ancestral tradición celta. Es decir, en aquella que relaciona al héroe Arthur con el hallazgo del caldero mágico, del cual se apoderó pero, al ir a subirlo al navío se encontró con que su tripulación había crecido en demasía y no cabían en la nave. Lo cierto es que en Irlanda existen innumerables narraciones míticas, llenas de encanto y misterio, que han servido de inspiración, en numerosas ocasiones, a cualificados artistas y escritores de todos los tiempos.

EL HEROE CUCHULAINN

Uno de los ciclos míticos celtas más lleno de atractivo, y en el que sus protagonistas se transforman en héroes inmortales, en el sentido de que pervivirán en la tradición popular para siempre, tiene lugar en tiempos de un legendario soberano que se supone desarrolló sus actividades poco antes del inicio de nuestra era. Su nombre era Conchubar, y se había erigido en rey del Ulster después de haberle quitado el trono a Fergus, anterior soberano del citado reino. Puesto que aquél se había servido de diversas artimañas y engaños para conseguir sus propósitos, no tardaron los partidarios de este último en reaccionar y, para derrocar a Conchubar, destruyeron la capital del Ulster. Sin embargo, la descripción de esta epopeya, nos lleva a considerar el arribo, a la historia de las legendarias sagas, de uno de los héroes más célebres de la mitología celta, se trata de Cuchulainn. Este libró cruentas batallas con sus armas invencibles y juró siempre fidelidad al rey del Ulster.

"EL DE LOS LARGOS BRAZOS"

Cuchulainn tiene mucho en común con los héroes clásicos, con el propio Aquiles -destacado protagonista de la Ilíada-, por ejemplo. El héroe de marras nació de la unión entre un dios y una mujer mortal y, así, su padre fue la poderosa deidad Lugh, que podía llegar con sus enormes brazos -el término Lugh significa "el de los largos brazos"- hasta los lugares más alejados y recónditos. La madre de Cuchulainn fue una hermana del rey Conchubar, por lo que éste era su tío. El nombre que le impusieron al héroe al nacer fue Setanta pero, cuando apenas había cumplido los siete años, ya dio muestras de una fuerza sobrehumana, pues mató a un perro sanguinario y de poderosas mandíbulas, al que hasta entonces nadie había conseguido vencer. El amo del terrible animal era un herrero que se jactaba de la fiereza de su perro hasta que, en una ocasión que invitó al rey Conchubar a un banquete, éste llevó consigo a su joven sobrino, quien dio muerte al hasta entonces invencible perro. El herrero se llamaba Culann y, por lo mismo, a partir de entonces, al muchacho Setanta pasaron a denominarlo Cuchulainn, concepto que significa "el perro de Culann".

NACIMIENTO DE UN HEROE

Una serie de avatares, hazañas, sucesos, le acaecerán, a partir de ahora, al joven y reciente héroe Cuchulain. Y, en el discurrir de la célebre epopeya, otros personajes -el valiente luchador Crunn, su esposa Macha, los caballeros de la Rama Roja...- vendrán a completar la serie de aventuras sucedidas en un tiempo mítico, aunque la narración se sitúe a comienzos de nuestra era y en un lugar determinado del condado del Ulster.

El relato explica que Cuchulainn nunca era vencido por sus enemigos porque, en el fragor de la batalla, cuando la ira le poseía, tenía la propiedad de transformar su imagen física, debido a que su cuerpo desprendía gran valor, lo cual hacía parecer al héroe como un ser terrible y temible.

También en otra ocasión, nuestro héroe dará muerte a tres gigantes que a su fortaleza física, unían la capacidad maléfica de utilizar ciertos poderes mágicos con los que vencían a todos sus oponentes. Los gigantes habían retado a los caballeros de la Rama Roja y, éstos, decidieron pedir ayuda a Cuchulainn, quien, sin pensárselo dos veces se puso de su parte y venció a los gigantes.

AMADO POR BELLAS DIOSAS

Era tanto el valor y el arrojo de Cuchulainn, ante sus enemigos, y aumentaba tanto su fama de invencible, de día en día que, hasta los propios dioses, solicitaron su ayuda en varias ocasiones, para lograr vencer a otros dioses. Como saliera victorioso el bando en el que luchaba Cuchulainn, éste fue invitado a permanecer entre los vencedores; se le hicieron toda clase de obsequios, y hasta se le permitió corresponder al amor solícito de la diosa Fand. Pero, puesto que Cuchulainn ya estaba casado con una mujer mortal, decidió abandonar la morada de la hermosa deidad y regresar con los suyos. La diosa Fand, no obstante, procuró al héroe armas poderosas que siempre le otorgarían la victoria ante sus contendientes, fueran éstos dioses o criaturas mortales. La mujer de Cuchulainn era hija de un célebre y poderoso mago que, en principio, se había negado al casamiento de ésta con aquél. Pero la muchacha, de nombre Emer, era tan hermosa que el héroe decidió raptarla; para ello derrumbó el castillo mágico en el que su padre la había encerrado, y mató a éste y a todos los que la custodiaban. Aunque se trataba de luchar contra un mago, y aunque el castillo estaba protegido con sortilegios y hechizos, no por ello se arredró el aguerrido héroe Cuchulainn puesto que, con anterioridad, él había sido iniciado en el mundo de la taumaturgia por una prestigiosa maga que tenía su morada en la región de Alba (Escocia). Antes de separarse de su maestra, y una vez que ya el héroe Cuchulainn conocía ya a la perfección el arte del encantamiento, derrotó a una acérrima enemiga de aquélla: la belicosa guerrera amazona Aiffé. La leyenda explica que, ambos contendientes mantuvieron relaciones íntimas y que, incluso cuando el héroe abandonó aquellos territorios, dejó embarazada a la amazona.

EL TORO DE LA DISCORDIA

Sin embargo, la verdadera talla de héroe la alcanzo Cuchulainn en la refriega más célebre de toda esta epopeya, es decir en la "Batalla de Cooley". La intervención del joven héroe fue definitiva para que el mítico "Toro de Cooly" fuera devuelto al reino del Ulster; además, aquí consolidó su hegemonía definitivamente y ganó para sí el título de "campeón de los Ulates".

Todo sucedió porque la codiciosa Maeve -que era un hada malévola, que reinaba sobre las demás hadas, que tenía atemorizadas a todas sus compañeras y que conocía todos los sortilegios y conjuros- se desposó con el soberano de una región limítrofe del Ulster. Como regalo de boda, recibió de su esposo un hermoso toro de color blanco. Ningún otro ejemplar le igualaba, salvo el toro de color negro que tenía el rey del Ulster. Maeve, que era muy rica, le ofreció al soberano de este condado, es decir a Conchubar, todos los bienes pecuniarios que le pidiera, a cambio de aquel animal tan hermoso y único. Pero, todas sus propuestas fueron rechazadas y, entonces, la malvada Maeve decidió robar el toro del Ulster. Y hacia allí se dirigió con su ejército, no sin antes evocar una especie de conjuro que paralizaría a todos los guerreros de su oponente.

PROTEGIDO DE DIOSES

Sin embargo, tales artes no hicieron efecto en Cuchulainn, puesto que tenía por ascendiente a un dios y, cuando el ejército de Maeve se acercaba confiado a los confines del reinado de Conchubar, les salió al paso el más temible y poderoso de todos los legendarios héroes que en el mundo de la fabulación ha sido. Con sus armas poderosas, con sus poderes mágicos y con su valor y fuerza, Cuchulainn se enfrentó con todo el ejército de aquella hada mala -ya resulta curioso descubrir que no todas las hadas eran buenas- y, después de cruentos combates, acabó con todos sus enemigos, los cuales no pudieron contrarrestar los terribles efectos de las armas que la diosa Fand le había dado. El toro robado será restituido por Maeve al reino del Ulster.

Pero, algunas de las escenas que suceden en la batalla hacen llorar a Cuchulainn de dolor y pena. Es el caso que con el ejército adversario viajaba otro gran héroe llamado Ferdia, célebre por su arrojo y valentía, y al que nadie había vencido nunca. Cuchulainn y Ferdia eran amigos desde la infancia y se habían prometido, en innumerables ocasiones, ayuda mutua. Ninguno quería luchar contra el otro pero, la malvada Maeve, logró emborrachar a Ferdia, y engañarle con fingidas promesas de amor, hasta que consiguió ver enfrentados a ambos héroes.

Se inicia una dura y encarnizada lucha cuerpo a cuerpo, en la que uno de los dos valerosos jóvenes tiene que morir. Los dos son valientes y fuertes, pero Cuchulainn tiene más experiencia en la lucha y mejores armas y, aunque al principio ambos contendientes tomaban aquello como un juego y no se hacían daño alguno, sin embargo, pronto cambió el cariz de su enfrentamiento, y un tremendo golpe de la espada mágica de Cuchulainn acabó con la vida de su amigo de la infancia. La muerte de Ferdia fue considerada por Cuchulainn como una pérdida irreparable para él y, dice la leyenda, que cayó de rodillas allí mismo, y de sus ojos brotaron lágrimas de arrepentimiento que regaron el cuerpo inerte de su antiguo camarada.

LEYENDAS

Sin embargo, y aunque el héroe Cuchulainn tenía por ascendiente a un dios, él mismo no era inmortal y, la epopeya de su combate contra las huestes de la malévola Maeve, prosigue hasta que llega un trágico final. El caso es que todavía el héroe del Ulster tiene que luchar contra otros guerreros poderosos, a los que Maeve ha traspasado su magia y sus malas artes. Entre éstos se destacará quien, con su ingente prole -según la leyenda tenía veintisiete hijos-, se enfrenta a Cuchulainn y le arrebata su lanza mágica. A continuación le infiere graves heridas por las que brota mucha sangre y, el héroe, que ve llegado el momento postrero para él, decide atarse con su cinturón de cuero a una columna para morir de pie. Cuenta el relato que su caballo se alejó, luego de rozarle con su morro, de aquel lugar, a todo galope. En cuanto a Emer, esposa del malogrado héroe, morirá deshecha en lágrimas sobre el cadáver de Cuchulainn. Ya al borde de la muerte, aún logró partir con su poderosa espada el acero del enemigo que se acercaba para cortarle la cabeza, pues tal era la bárbara costumbre de entonces, logrando así no morir decapitado.

Hubo otras sagas de aguerridos héroes entre los celtas, además de Cuchulainn, Por ejemplo, la del guerrero Finn que, según la narración legendaria, fue hallado en un es peso bosque, al pie de un gigantesco árbol, por el séquito de un mítico soberano -su madre le había abandonado cuando era un recién nacido- y, era tal su belleza, que le pusieron por nombre Finn, palabra que significa "bello, hermoso".

LOS DRUIDAS

El pueblo celta había llegado a tan remotos y apartados lugares que, consecuentemente, desarrollaría una cultura propia y enraizada en sus particulares creencias. De aquí la importancia que adquieren los diversos mitos celtas, así como la fuerza de atracción que emana de sus legendarios héroes. Algunos de los cuales guardan cierta relación con los protagonistas de la fabulación clásica, especialmente con los griegos.

Mas, también hay que destacar la importancia que alcanzar lo sagrado y trascendente, lo esotérico y lo mítico, por esos contornos plenos de misterio. La importancia que adquieren por entonces los monumentos megalíticos y, por consiguiente, todo lo relacionado con la muerte, dará lugar a la formación de sociedades garantes del culto y el rito, tales como los druidas que, según las investigaciones más dignas de crédito, ya en la época neolítica habían adquirido gran importancia y raigambre entre los irlandeses. Luego pasarían, desde las islas Británicas, al territorio galo, en donde, junto con los caballeros, se convertirían en una de las clases sociales más influyentes y poderosas de aquellos tiempos. También hubo otras asociaciones que se ocupaban de la interpretación taumatúrgica de aquellos hechos para los que no se hallaba explicación racional; por ejemplo, los bardos. Incluso existieron sacerdotisas y magas que practicaban el arte de la hechicería, y desarrollaban unos poderes pocos comunes.

Sin embargo, la institución más importante será la de los druidas. Estos realizaban los sacrificios a las diversas deidades, por lo que pudiera pensarse que eran una casta de sacerdotes y nada más. Sin embargo, también ellos dirimían las diversas controversias entre ciudadanos, entre grupos sociales y entre poblaciones diversas; todos estaban obligados a cumplir el castigo impuesto por los druidas y todos debían acatar la sentencia por ellos dictada, de lo contrario eran excomulgados y separados de entre los suyos.

Los druidas detentaban, también, un poder mágico que los capacitaba, según la población, como curanderos y sanadores de enfermedades de la mente y del cuerpo. Conocían las propiedades de diversas plantas y utilizaban, además, para sus ensalmos y sortilegios, caparazones de erizos fosilizados. Algo similar a lo que, entre la población oriental, sucedía con las marcas de los caparazones de las tortugas resquebrajados por el fuego, que luego eran objeto de interpretación mágica. A los druidas se los tenía, también, por magos y adivinos y, hasta existía la creencia cosmológica de que ellos habían creado el espacio inmenso y los mares y océanos, que harían posible el nacimiento de los propios dioses. Nuestro mundo perecería, en opinión de los druidas, por el agua y por el fuego; esto mismo defendería, en la época clásica, la escuela griega de los estoicos.

También enseñaban los druidas la doctrina de la metempsícosis, o transmigración de las almas, pues creían que había otra vida, más allá de ésta, en la que se pagaba toda deuda aquí contraída. Sólo los druidas sabían interpretar las inscripciones lapidarias de los "oghams", especie de mensajes grabados en la piedras de los recintos funerarios que acaso aluden a la vida en el más allá.

Precisamente, la palabra druida significa "el experto vidente", por lo que tenían la exclusiva, por así decirlo, de la interpretación onírica, del conocimiento mágico del poder de las plantas -especialmente ensalzaban las virtudes del muérdago que sólo los druidas podían tocar-, y de la curación y la clarividencia.

Jóvenes selectos eran reclutados para formar la sociedad druídica. Permanecían durante veinte años aprendiendo todas la técnicas necesarias para luego ser capaces de interpretar y memorizar textos sagrados. Pues toda la tradición heredada de los antepasados era de viva voz. Tenían que llegar a dominar la astrología, la adivinación, la historia y la teología; su conocimiento de los fenómenos naturales, y de la naturaleza en sí, debía ser exhaustivo.

martes, 7 de abril de 2009

Lilith


El término más antiguo para designar a Lilith viene de la palabra sumeria lili plural lilitu, que significa aire o espíritu, ya que en muchas de las culturas antiguas designaban con la palabra aire al espíritu, por lo tanto lilith o lilitu era un espíritu o espíritus, Lilith es contemplada como un súcubo sumerio y había tal demonio en la Babilonia sumeria, esto seguramente entro a formar parte de la concepción hebrea de Lilith, este ser fue conocido con el nombre de Ardat Lilith

En una traducción medieval, encontramos a Lilith como la esposa infiel de Adán y la primera de las cuatro esposas del diablo, Lilith llega a la Biblia procedente de Mesopotamia aquí se encuentra la diosa babilónico-asiría Ishtar, que se sirve de un demonio en forma de prostituta bella y sensual, Lilitu. Está asociada con la pantera, según la tradición talmúdica, Lilith es una seductora mujer con largos cabellos y que pierde a todo hombre que se atreva a dormir solo, Lilith tenía el poder de succionar la sangre de los recién nacidos, concebidos de forma pecaminosa.

Lilith es la más importante de una colección demonios judíos de leyenda
Históricamente ella es más antigua que el judaísmo. Su primera aparición se dio en la antigua Sumeria, en el mundo antiguo solía aparecer en escritos de magia y de hechicería, así como en amuletos, en la Biblia aparece asociada como un demonio del desierto ( Isaías habla de ella) así como en los pergaminos del mar muerto.

También aparece en los últimos momentos el Imperio Romano y el Judaísmo del medioevo, se la relacionaba con los nacimientos de niños y con un súcubo contra el cual los hombres necesitaban protección, aquí aparece Lilith rodeada de los poderes de sus Ángeles Némesis, SNVI, SNSVI Y SMNGLOF, también se muestra en el Talmud y esta claramente relacionada con lo demoníaco, aquí es donde comienza su relación con los súcubos.


Entre los siglos IX y X a. C. Lilith aparece en una obra llamada Alphabet of Ben Sira, es aquí donde aparece por primera vez como la primera mujer de Adán.
En la literatura Cabalística nos muestra a Lilith como esposa de Samael ( Satán) en algunos pasajes participa en la tentación de Adán y Eva, tras la expulsión del paraíso, Lilith se convierte en Subccubus generando unas hordas de demonios, se la personifica como la tentación y el pecado.

Finalmente tiene su lugar en las leyendas vampíricas, como la primera y más poderosa vampiresa reina consorte de Drácula, regente de los sueños eróticos y de las pesadillas.





LILITH REINA DE LOS VAMPIROS


Para los cristianos de los primeros años de la época actual, Lilith fue reina de los Subcubus (demonios femeninos) además de ser señalada de ser una ninfómana que sabía seducir a los hombres con maestría, a los cuales una vez estaba satisfecha estrangulaba con sus largos cabellos, su acción malévola solo podía contrarrestarse con amuletos y oraciones.
Era natural que al ser considerada tan malvada se alimentase de la sangre humana, le gustaba beber la sangre de los niños para así vengar la muerte de los suyos, entre los griegos, este remoto antepasado de los vampiros, recibía el nombre de Lamia y sus seguidoras eran devotas de Hecate, diosa de los cementerios y de la brujería.
Estas seguidoras viajaban por el aire en compañía de dos de sus servidores Empusa y Morno dos sanguinarios caníbales en la Roma antigua este nombre cambio por el de Strega una bruja que cambiaba su forma humana por la de un ave para así poder beber mejor la sangre de los humanos y comer de la carne de los muertos.
Como Hecate, Lilith o Luna Negra es una reina de la Noche a la cual se une a la magia negra y al vampirismo y positivamente se le relaciona con la iniciación sexual y las transformaciones mágicas, un mundo de sabiduría primigenia que no quiere ser racionalizada.
LILITH ABANDERADA DEL FEMINISMO

Hay varios mitos que relacionan a Lilith con la Luna Negra, el primero es de los Hebreos cuando Dios creo al hombre y a la mujer del barro, pero no quiso a esta mujer de barro y creo a Eva de la costilla de Adán, este mito se refiere que la luna (Eva) depende del sol (Adán) para ser un astro vivo, es la creación de los polos femeninos y masculinos en el sentido de que del espíritu no deriva la materia, si no de la materia deriva el espíritu, esta primera mujer que hizo fue Lilith, que vivió para reivindicar su condición de ser individual, en Lilith vemos valores de la feminidad en si misma, es la teoría del feminismo en la que hay unos valores que no tienen porque masculinizarse.

Hoy Lilith ha sido adoptada por el feminismo, su foco principal es la elección de volar del paraíso e incluso de sufrir la muerte de cientos de sus hijos demonios en vez de vivir en la sumisión hacia Adán, ella es el desafío femenino y la fuerza.

Lilith nos indica uno elementos arcaicos de nuestro inconsciente, indica ese punto de lucidez, un sentido del perfeccionamiento y de no-conformismo con el rol que le toco vivir a la mujer.
Adán se traduce como Humanidad, es la civilización, en la psicología cabalística es el consciente, así Adán representa la conciencia, el ego, Lilith creada junto a el representa la sombra, el inconsciente, esa parte de nosotros mismos, animal, pasional y natural, ella es todo lo que la sociedad rechaza, Lilith es ese misterio oculto que hace la vida mas atractiva, Lilith... Soy yo.


Elizabeth Bathory


Más conocida como La Condesa Sangrienta, debido a los macabros y depravados crimenes que cometió, Elizabeth Bathory fue una aristócrata húngara perteneciente a una de las mas ilustes familias de Europa. De hecho de esta misma familia tambien fueron Esteban y Sigmund Bathory que ocuparon los tronos de Polonia y Transilvania, respectivamente, además de varios dignatarios de la Iglesia y ministros de Hungría.
Popularmente se cree que mataba a sus jovenes doncellas para bañarse en su sangre porque creía que así se mantendria joven y bella. Se dice que llegó a asesinar a 650 personas para este proposito. Actualmente y despues de las investigaciones llevadas a cabo no se sabe a ciencia cierta si esto es verdad o no, aunque si se puede asegurar que cometió una gran cantidad de crimenes de extrema crueldad.
La historia de Elizabeth comienza en 1560, fecha en la que vino al mundo en el seno de una de las más importantes familias de Hungría. Su castillo se encontraba en Cachtice, ciudad situada en Eslovaquia.También paso parte de su vida en Viena donde tenia una mansión cerca del palacio real en el centro de la ciudad. Allí se hizo construir una jaula de hierro dentro de la cual torturaba a las jovenes doncellas.
Gran parte de los investigadores achacan los malvados instintos de esta condesa a la degeneración genética a la que habían llegado los miembros de esta familia debido a la endogamia, pues la única manera de mantener las posesiones era el matrimonio entre familias nobles húngaras. De hecho, Elizabeth era muy propensa a ataques de epilepsia, y entre los de su estirpe había numerosos antecedentes de prácticas de magia negra y satanismo; además, su hermano Stephen y su tía, ambos de marcada tendencia homosexual, fueron conocidos libertinos en su época, y, por si fuera poco, cabe citar el caso de su antepasada Clara Bathory, que, al decir de los cronistas, aparte de practicar todo tipo de enfermizas aberraciones sexuales envenenó a su marido.
A los once años Elizabeth se prometio con Ferenc Nadasdy, el hijo de otra familia húngara de la aristocracia. Se fue a vivir con la familia de Ferenc, al sombrio castillo de Csejthe. Allí le gustaba jugar con los niños de los Nadasdy, pero pronto quedo embarazada de uno de ellos. Debido a este incidente a los 13 años se la tuvieron que llevar en secreto hasta un castillo donde tuvo al hijo que fue sacado del país. Dos años después se casó con Ferenc Nadasdy.
Ferenc, que poco despues sería conocido como El Caballero Negro, por sus destacadas proezas como general en el campo de batalla, era tan cruel como su mujer. Estuvo la mayor parte de su matrimonio luchando contra los turcos y cuando volvía a casa disfrutaba torturando a los prisioneros. De hecho enseño varias técnicas de tortura a Elizabeth. Una de las tecnicas preferidas de tortura de Elizabeth era introducir finas agujas debajo de las uñas de sus sirvientas, o simplemente clavarlas en su piel. También se decía que daba llaves o monedas al rojo vivo para quemar las manos de las doncellas, o que las tiraba a la nieve para despues echarles agua fría hasta verlas morir congeladas.
Se cuenta que Ferenc enseñó a Elizabeth como mantener la discipina de sus doncellas. Sacaban a las chicas desnudas al exterior y recubrían sus cuerpos con miel. Las dejaban un día entero fuera, de manera que eran picadas por mosquitos, abejas y todo tipo de insectos.
El hecho de que Ferenc estuviera ausente gran parte del tiempo fue la causa de que Elizabeth buscara refugio en numerosos amantes de ambos sexos de los que pronto se aburrió, de forma que, intetando buscar nuevos divertimentos, llamo a gran cantidad de brujos y alquimistas que la iniciaron en ciertas prácticas de brujería en las que se centró su vida a partir de entonces, especialmente cuando, a la muerte de su esposo en 1604, vio las puertas abiertas para entregarse a esta nueva pasión. Esto tambien dio a Elizabeth via libre para desarrollar sus propias perversiones sexuales. Segun un registro del juicio celebrado en 1611, una vez prendio fuego al vello pubico de una de sus criadas. Tambien le gustaba mucho que sus doncellas se desnudaran para ella.
El origen de la historia que dice que utilizaba sangre para fines cosmeticos es que se dice que un día, propinó una violenta bofetada a la criada que la estaba peinando, con tan mala fortuna que ésta comenzó a sangrar y su sangre salpicó la mano de la condesa. Convencida de que el trozo de piel donde había caído la sangre se veía más lozano, proyectó tomar baños de sangre humana para mantener su juventud y belleza eternamente. A partir de este momento comenzó una orgía desenfrenada de asesinatos (se citan más de seiscientos cincuenta) que se prolongó por espacio de diez años, durante los cuales sus criados recorrieron la región a la caza de jóvenes vírgenes, cuando no era ella misma la que las atraía al castillo con el señuelo de ser empleadas como sirvientas. Allí, las aldeanas eran encerradas en las mazmorras del castillo, a la espera de ser degolladas para que su sangre llenara la bañera de la cruel condesa.
Una temporada que la condesa estuvo enferma en cama mando que le llevaran a una joven doncella para hecerle compañia. Cuando esta llegó, se avalanzó sobre ella, la mordió en la mejilla, le arrancó un trozo de hombro con los dientes y le clavo los dientes en un pecho.
Llegó un momento que el guardar tal numero de cuerpos en el castillo se convirtio en un gran problema. Incluso al principio se guardaron algunos cuerpos debajo de las camas. Sin embargo, el hedor era tan insoportable que algunos sirvientes llevaron los cuerpos a un campo cercano a la ciudad, con lo que empezaron a circular leyendas entre la gente de la existencia de vampiros los cuales eran la causa de los cuerpos llenos de sangre que se encontraban alrededor de la aldea.
Bathory poseía muchas más riquezas que el propio rey Matias II. Debido a esto en cuanto al rey le llegaron noticias de lo que en el castillo de la condesa estaba ocurriendo decidio actuar de inmediato, motivado por causas económicas. Poco despues el rey ordenó en Bratislava al conde Thurzo que investigara los hechos. Si pudieran encontrar a Bathory culpable de brujería, todas sus posesiones pasarian directamente al rey y ademas se anularia toda su deuda hacia ella.
Sin embargo el conde Thurzo era un gran amigo de la familia Bathory y pudieron hacer un trato con él: habría un juicio conducido por Thurzo antes de que el rey pudiera actuar. Bathory no comparecería pero sus complices serían llevados a juicio. De esta manera las propiedades se quedarian en manos de la familia Bathory.
El plan se llevo a cabo y los complices de la condesa fueron ejecutados de forma cruel. Se les arrancó los dedos con tenazas al rojo vivo y después se les tiró vivos a la hoguera. En cuanto a Elizabeth su condición nobiliaria le permitió escapar del verdugo, pero no salió indemne del proceso, pues como expiación de sus crímenes fue condenada a prisión perpetua y a ser emparedada en el castillo de Esei, con tan sólo una diminuta rendija por la que le daban comida y agua. Murió a los cincuenta y cuatro años, dentro de la cámara que llevaba siendo su tumba desde hacía casi un lustro.
Los documentos existentes demuestran la union entre la familia Bathory y la de Vlad Tepes, Drácula. De hecho un miembro de la familia Bathory, Stephen Bathory, estuvo fue quien dirigio la mision que devolvio a Dracula al trono en 1476. Además los antepasados húngaros de Drácula estaban relacionados con el clan Bathory.
 

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